Ocultismo e iconografía en el Juego la Oca


Todos hemos jugado a este juego de mesa, pero ¿sabemos lo que realmente oculta?. Pues bien, el mensaje esta en sus 63 casillas, que por reducción cabalística totalizan el número "9", número de la Diosa Madre.

63 = 6+3=9

Las 14 ocas del juegos están espaciadas cada 5 casillas de la anterior y 4 de la siguiente en dos grupos entre mezclados en los que el espacio entre las ocas es de 9 casillas. En el juego, las ocas aparecen en las casillas: 5, 9, 14, 18, 23, 27, 32, 36, 41, 45, 50, 54, 59 y (64), que se pueden distinguir en los dos grupos de siete ocas que discurren a lo largo del juego de la siguiente manera:

SERIE 1: 5 14 23 32 41 50 59
SERIE 2: 9 18 27 36 45 54 64

Dos grupos que constituyen dos espirales entrelazadas en la espiral común del camino de la oca. Los misterios cabalísticos que el juego encierra se manifiestan en combinaciones sorprendentes, las 2 series pueden sumarse en vertical y horizontal:

SERIE 1:  5 + 14 + 23 + 32 + 41 + 50 + 59 = 224 = 2 + 2 + 4 = 8
SERIE 2:  9 + 18 + 27 + 36 + 45 + 54 + 64 = 253 = 2 + 5 + 3 = 1
------------------------------------------------------------------------------------
               14 + 32 + 50 + 68 + 86 + 104 + 123 = 477 = 4 + 7 + 7 = 9

El pie de la oca en la Diosa Madre se manifiesta en el folclore de muchos pueblos antiguos, comenzando por el hebreo. Recordemos la leyenda de la reina de Saba, cuyo pie izquierdo era una pata de oca. En la Edad Media, tenemos a la reina Pedauque (pie de oca) esposa del rey godo Eurico, reina buena, sabia y querida, evidente imagen de la Diosa Madre, y al hada Melusina (madre Lusina), que el conde Raimundo de Poitou desposó ignorante de su secreto, que en determinados días, en las fases de la luna, los pies se convertían en patas de oca. el conde le había jurado no mirarla a los pies, pero un día, vulnero su juramento y ella desapareció, para siempre. Aunque le dejó un hijo para consuelo de su vejez. En algunos pueblos españoles circula la misma historia de una mora encantada que se enamora de un caballero. La sacralidad de la oca se manifiesta también en la mitología medieval de Lohengrim, el caballero cisne, en el círculo grialico. 




   La constelación que se asocia a la oca es la constelacion de Virgo.
Una leyenda, recogida en Pajares de la Lampreana, un pequeño pueblo de la provincia de Zamora. Cuenta que la virgen de la antigua encomienda templaria que habito en este pueblo, existía un serpentón que asolaba la comarca y que siete caballeros templarios se le enfrentaron, pero la bestia los venció porque habían olvidado encomendarse a la virgen, sin embargo, uno de ellos, sobrevivió y vio que la serpiente regurgitaba una piedra negra en la orilla del lago. Al poco tiempo, la virgen, se le apareció al caballero en sueños y le pidió aquella gema. Él se la llevó y la deposito en la falda de la imagen, donde la piedra permaneció durante largo tiempo como talismán contra mordeduras de serpientes y otras alimañas. Después la guardaron en un hueco que crearon en la imagen, sin embargo, durante la guerra de Independencia (1808-14), escondieron la imagen en un pozo, y con la humedad terminó por perder el color negro la susodicha piedra.

Incluso la Catedral de Santiago y su camino se asocia con este juego.

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